El Lansquenete debe, por tanto, seguir un camino interior y un camino exterior que van de la mano.
Al hacerlo, debe cultivar la modestia: sabiendo que, sea quien sea, siempre debe aprender y que no
hay vergüenza en pedir iluminación y apoyo a los demás.
Para el Lansquenete, tanto España cuanto Europa son un mito y un modelo de identidad del
pasado y del futuro. Para ello, los Lansquenetes deben cultivar la historia y las identidades
nacionales, regionales y europeas porque Europa es un Imperio, no un globalismo alternativo.
En que el Lansquenete es especial
Casi todas las acciones y publicaciones en las que participan los Lansquenetes son realizadas por
centros de estudios, radios, asociaciones, etc. Pero ser Lansquenete es, o más bien DEBE SER, algo
especial. Ese algo especial reside en el estilo y el espíritu con el que se participa en las iniciativas,
para darles profundidad, centralidad y finalmente una dimensión europea.
Se trata de asegurar la superioridad del Ser sobre el Devenir y la estabilidad en la impersonalidad,
aceptando con uno mismo los desafíos más onerosos.
Por estas razones, el trabajo sobre uno mismo y la mentalidad de los Lansquenetes son de suma
importancia. La máxima.
Pasando al acto práctico
Cuando el Lansquenete actúa en política o metapolítica, se compromete a ser portador de criterios
inspirados tanto en la concreción como en la rectificación del caos reinante.
Los Lansquenetes no quieren formar una secta o un grupo cerrado sino convertirse en la conciencia
silenciosa e iluminadora de las fuerzas críticas, entendidas como positivas, rectificadoras y re-
volucionarias, no como sediciosas, sublevadas, impacientes, angustiadas, enojadas e infelices.
Los compromisos del simple Lansquenete
Los Lansquenetes se establecen en círculos concéntricos.
Abiertos pero selectivos: quienes toman parte en sus iniciativas aún no son Lansquenetes, lo serán
con asistencia regular y disciplina.
Convertirse en un Lansquenete efectivo uno se lo merece y es motivo de orgullo que, sin embargo,
debe vivirse con humildad. El Lansquenete debe emprender un viaje interior que le exige saber
callar cuando los demás hablan, escuchar, ser cortés, siempre y en todo caso. Debe disciplinarse,
realizar al menos una actividad física, familiarizarse con algún ceremonial (el té, la espada, la
vendimia, etc.). Debe elegir el objeto de su tributo floral personal una vez al año, que puede ser una
tumba, un monumento, un lugar de martirio o incluso, preferentemente, un lugar de victoria. Debe
dedicarse a la lectura formativa. Al menos cuatro veces al año (en correspondencia con solsticios y
equinoccios) se debe imponer una meditación que despeje la mente por unos minutos.
Esto afecta a cada Lansquenete de forma autónoma. Es como un Ronin que emprende el camino
para volver a ser ese Samurai que seguía en el desorden.
En un mundo en profunda confusión donde los valores a menudo se invierten, él es un errante que
sabe orientarse: "Conócete a ti mismo y sé más que parecer".
Los compromisos de los Lansquenetes
Los Lansquenetes juntos, como comunedad, cultivan la memoria, incluso ritualmente, con
homenajes a los caídos, se dedican a la formación y ofrecen un espíritu constructivo y sinérgico que
empuja a dirimir las disputas y a actuar sobre la realidad con serenidad. En ello están a disposición
de los demás y de la sociedad en su conjunto, con los criterios de desinterés, transparencia y lealtad.
Son las condiciones externas las que determinan cómo se actúa en las diversas naciones y en los
diversos campos, pero el espíritu con el que se actúa es idéntico.
Para aquellos que forman parte del círculo más estrecho, formado por Lansquenetes o estructuras
creadas directamente por los Lansquenetes, se debe participar en la reunión europea que se realiza
todos los años en julio, se debe organizar al menos una cita al año en el propio país., sesocied debe
participar en las labores de formación e investigación y en las iniciativas transversales que los
Lansquenetes promuevan o apoyen.
Las iniciativas transversales de los Lansquenetes
Son los que permiten a los Lansquenetes actuar no sólo sobre sí mismos sino también sobre la
realidad.
Son iniciativas culturales, metapolíticas, económicas, políticas, asociativas que pueden ser de
diferentes formas.
El Lansquenete promueve iniciativas, o se adhiere a iniciativas, que están lejos del sectarismo y de
los dogmas incapacitantes. Enemigo de todo derrotismo, participa de tendencias positivas y
constructivas, sin dogmas ideológicos y busca puntos de acuerdo más que puntos de
desacuerdo.
Nada para el Lansquenete puede tener éxito si no está en línea con la jerarquía natural de valores.
Ningún pragmatismo puede tener sentido si no hay claridad de principios aguas arriba.
Por eso el Lansquenete se ocupa sobre todo de la formación: la propia y la de los demás.
Los criterios a respetar en cada una de las iniciativas en las que participan los Lansquenetes son:
a) lealtad hacia los demás, que significa no ocultar la pertenencia y nunca intervenir en una
dinámica común para apropiarse de ella sino para servirla;
b) la construcción de una estructura de coordinación para cada iniciativa;
c) cada una de las coordinaciones tiene que informar periódicamente a los Lansquenetes de las
iniciativas realizadas o previstas.
El Lansquenete es portador de entusiasmo y dificultad al mismo tiempo. Debe recordarle a
cualquiera que quiera hacer algo positivo que será inútil si no se orienta bien primero.
“No en torno a los inventores de un ruido nuevo: en torno a los inventores de nuevos valores gira el
mundo; de modo inaudible gira”. Esto es lo que el Lansquenete siempre recuerda y tiene la
intención de actuar.
Formarse
La formación por los Lanquenetes es de absoluta importancia.
La formación interna existencial, filosófica y cultural se realiza a partir de todo lo que hemos
escrito. Luego hay otros campos de formación: uno es el histórico ligado a la propia nación ya
Europa. En cada nación conviene construir grupos de estudio para el redescubrimiento de lo
esencial del pasado, incluidos los errores que no se deben repetir, para tratar de volver a proponerlo
revisado y corregido en el presente y hacia el futuro.
También es necesaria una preparación metodológica y técnica a través de instrumentos como la
Accademia Europa, que pretende comprender y dominar la nueva era.
Finalmente, a través de escritos y webradio, webtv, etc., se debe transmitir cuál es la formación
interna de los Lansquenetes para ofrecerla a otros sujetos políticos en armonía.
Pertenencia
Nuestro sentido de pertenencia es una fuente de orgullo en la humildad.
El Lansquenete debe ser, o convertirse, en una persona educada y respetuosa con los demás.
Cada Lansquenete individual debe cumplir con lo que se le exige para serlo ("Los compromisos del
simple Lansquenete"), debe disciplinarse y tener la mente abierta a los cambios, para intentar ser
vanguardista.
Debe ser un juez inflexible de sí mismo y realizar actos, básicamente sencillos, pero importantes
que le permitan salir, de vez en cuando, de la hipnosis de nuestro tiempo y alimentar sentimientos
rectos para cada situación.
